El C. D. Dragón selló una tarde gloriosa en el estadio Cuscatlán, al vencer ayer por 1-0 club hermano de San Miguel, el C. D. Águila en la gran final del torneo Clausura 2016 de la Primera División profesional de fútbol.
Un gol fue suficiente en los 90 minutos de partido para que el equipo verdolaga, ante todo pronóstico, se terminara alzando con la copa de la Liga Pepsi, en el “Coloso de Montserrat”.
El gol de volante mitológico Wilman Torres, a los 37 minutos de partido, enmudeció las miles de gargantas negronaranjas que abarrotaron las instalaciones de “Cusca” desde muy temprano, todo con la esperanza de lograr la corona 16 en su historia, esa que se volvió a quedar solo en el deseo de la afición emplumada en los 90 minutos de partido.
El partido inició con dos equipos bien parados dentro del campo, cerrando los espacios e intentando abrir las bandas en la zona media para llegar al gol.
El más inquieto en los primeros minutos de partido fue el Dragón con el atacante brasileño Jackson de Olivera que intentó marcar en tres oportunidades en menos de dos minutos, pero la defensa emplumada estuvo atenta para evitar la caía de su marco.
Águila no se quedó atrás y buscó llegar al gol con Héctor Ramos, pero el defensor Marcelo Posadas cortó el peligró a tiempo.
Cuatro minutos más tarde, los negronaranjas tuvieron la opción más clara de gol con un cabezazo de Jimmy Valoyes que terminó en las manos de Manuel González. A los 18 minutos Valoyes centró nuevamente al área y el “Pito” Ramos prolongó el balón de cabeza que terminó en los botines de Santos Ortiz, pero éste pegó desviado del palo izquierdo en lo que pudo ser el primer gol para Águila.
Quien sí lo encontró fue Dragón con un desborde por el sector derecho de Jackson de Oliveria, quien terminó cediendo el balón a Wilman Torres y éste puso el balón en las redes a los 37 minutos para el 1-0.
El gol le cayó como un cubetazo de agua fría a Águila que era mejor hasta esas alturas del partido.
Para la parte de complemento, Ramón Sánchez mandó los cambios muy temprano y modificó un poco la defensa con la llegada de Fredy Espinosa y de Marlon Trejo. Esto le dio más libertad a Valoyes y al mismo Henry Romero para ir más al frente de ataque.
La idea de ahogar al rival funcionó, pero ni Ramos, Nicolás Muñoz, ni Santos Ortiz estuvieron finos de cara al gol y ante un Manuel González que se volvió gigante bajo los tres postes de Dragón.
Al final de los 90 (+4) de tiempo agregado los mitológicos terminaron sellando el tercer título en su historia, el primero en el formato de torneos cortos bajo el mando del técnico Omar Sevilla, que dirigió desde las gradas por pagar un partido de suspensión. Sevilla dedicó el título a todos sus detractores.
Wilman Torres, el pequeño gigante
Fundido en un abrazo con su madre, Wilman Torres, quien se vistió héroe al aportar el gol con el que el Dragón consiguió un título histórico en torneos cortos, festejó la hazaña con los suyos, dedicándoles la tercera estrella que ahora lucirá el escudo del equipo mitológico.
Dragón lo acogió y agigantó sus 1.70 metros de estatura, gracias a una contra fabricada con el brasileño Jackson De Oliveira, quien lo asistió desde el sector derecho para que el pequeño Wilman se engrandeciera frente al arco de Benji Villalobos, sobre el 38’.
“Somos tres con Jackson y Alan (Murialdo), que a quien le queda más limpia trata de darla para anotarla y ahora me tocó a mí”, expresó Wilman. “Por nosotros nadie daba nada, empezamos a medias, pero igual, así jugamos contra el Santa Tecla, ahora fue con Águila, iba a ser bastante difícil, nosotros estábamos seguros de eso, pero eso fue lo que nos hizo sacar la casta para salir a guerrear ahora en la tarde y poder conseguir el título”, agregó.
“Se lo dedico a mi madre (Mirna), a mi familia, a toda esa linda gente de Anamorós (La Unión) que siempre está pendiente de mí y a esa linda afición. Ahora vamos a San Miguel tranquilos a festejar y a disfrutar todo este día al máximo”, indicó.
Carpio, aceptable
El árbitro central de la final entre Dragón y Águila, Jaime Carpio, tuvo un aceptable trabajo. Sacó las cartulinas amarillas en el momento justo y siempre anduvo cerca de las jugadas. Carpio pasó desapercibido en su segunda final de la Primera División.
Sin la corona 16
Ramón Sánchez, DT de Águila, se quedó con las ganas de poder levantar su primera copa en el fútbol nacional, en la que fue su primera final como técnico principal en la Primera División dirigiendo al C. D. Águila. Su vecino migueleño, Dragón se lo impidió al ganarle ayer 1-0.
+Visto en la final
LO BUENO:
Lleno total. La afición aguilucha le respondió a su equipo y colmó los graderíos del Cuscatlán demostrando por qué se hacen llamar el jugador número 12. Incluso, ayudó a llenar el sector que les correspondía a los aficionados del Dragón.
LO MALO:
Nicolás Muñoz, delantero del Águila, era la esperanza en el ataque para el conjunto emplumado luego de su historial goleador a lo largo del torneo. Sin embargo, en la final disputada ayer no tuvo una buena actuación, ya que no pudo definir varias claras ocasiones a gol que pasaron por sus pies.
LO FEO:
En varios tramos del encuentro se presenció que algunos aficionados emplumados lanzaron objetos a la cancha con el fin de dañar la integridad física de los jugadores mitológicos. Fue necesaria la intervención de la UMO para calmar los ánimos.